Ritos y representaciones (Rosina Gómez-Baeza, 2005)

En cualquier caso, ALNORTE me parece una oportuna reivindicación frente a la eficaz presencia del “sur” –el “sur” entrecomillado-. Una suerte de evidente reivindicación geográfica, la de Ángel Antonio Rodríguez. Sea como sea “el norte” no debe exclusivamente asociarse a la riqueza, al poder y al dominio. Es también palabra sugerente, evocadora de la brújula, la brújula de marineros y exploradores, reminiscente de la obligada referencia en aventuras marítimas y terrestres –posiblemente también siderales-. Es sinónimo del particular discurrir y último objetivo del ser humano. Representa la esencia misma de nuestro proyecto de vida.

También predispone a pensar en ese lento caminar espiritual del hombre, de la mujer, en búsqueda de su verdad, de su identidad. Recordemos aquí al autor italiano Pirandello, premio Nobel del año 1934, un tanto olvidado en la actualidad. Su obra Seis personajes en busca de autor demuestra que el individuo no llega nunca a conocerse enteramente. Comparto su fascinación por intuir o vislumbrar la auténtica verdad de cada uno de nosotros, aquella que se desvela a retazos. Aspiro a ese desgarro compartido y vivificador, la “comunión con el otro”.

Normalmente practicamos una observación selectiva de aquello que nos rodea, lo que significa que dos personas perciben cosas diferentes de la misma realidad. Nuestra educación se apoya, muy a menudo, en sólidos modelos mentales –los ritos- que en ocasiones son críticos para nuestra efectividad, permitiendo, ante situaciones imprevistas, reacciones automáticas, incluso de protección o autodefensa. Somos grandes adaptados a nuestras rutinas y el secreto es saber adaptarse a nuevos acontecimientos. Es deseable incorporar conocimientos adicionales que nos permitan la representación de otros supuestos para conseguir situarnos a un nivel de comprensión superior. Provocar esos nuevos esquemas mentales nos supondría acercarnos al compromiso con la realidad de nuestro tiempo. Sería la situación ideal.

El creciente interés social por la creación contemporánea es evidente. Los promotores de hoy, ya sean artistas u operadores culturales (cultural producers), abordan la creación artística renovando las condiciones de producción, de difusión y de implicación del público. Haciendo caso omiso de las fronteras instituidas del arte. Mezclan las disciplinas, la experimentación y las finalidades artísticas. Entablan intercambios y diálogos incesantes con el mundo: con el mundo inmediato, del barrio o de la ciudad, cuando desean intervenir en la vida local; con el planeta entero cuando idean intercambios artísticos internacionales o toman la palabra en los debates sociales. Generan fricciones y desvío de miradas, mezclan el juego con las relaciones mantenidas entre los diferentes operadores. Representan las nuevas manifestaciones del arte.

Al igual que el operador cultural el creador de hoy muestra preocupación por la eficacia del producto, por conocer el destino de la obra -mercado o espacio museístico-. Terminologías y consideraciones que no estaban en las mentes de los creadores de hace apenas un siglo.

Otro talante sería suicida.

Creo que viene al caso la alegoría de la Caverna de Platón, que sirve para plantear las limitaciones que nos pueden imponer los modelos mentales y la dificultad que entraña sortearlos, así como el tremendo beneficio de haberlo intentado.

De la Caverna a la Conciencia, del norteamericano David Hutchens, es un pequeño librito que ilustra, en clave de humor, la vida de los cavernícolas Boogie, Unga, Bunga y los demás. Cito un párrafo que me parece suficientemente explicativo:

En ocasiones, un animal podía pasar por el frente de la cueva. Pero los cavernícolas no lo veían. En lugar de eso, de espaldas como estaban, solo podían ver la sombra del animal proyectada en la pared del fondo de la cueva. No deseaban investigar más. Para lo cavernícolas, estas sombras eran la realidad, no se podían dar cuenta de lo limitado que era su entendimiento del mundo.

Para ellos, era solo la verdad. Y, además, estaban satisfechos.

Pero la realidad es otra. Popper, el más grande filósofo de la libertad aparecido en Europa desde los tiempos de Adam Smith, según Mario Vargas Llosa y, desde luego, uno de los más originales e influyentes pensadores centroeuropeos, autor de La sociedad abierta y sus enemigos, apuesta por la sorprendente e inagotable creatividad humana en todos los ámbitos. Nos podremos liberar de la minoría de edad autoculpable mediante la liberación racional. Su filosofía se opone críticamente a los dogmas morales inamovibles y a los monopolios políticos de la verdad. Una filosofía que acepta básicamente que yo puedo equivocarme, tú puedes tener razón, y juntos podemos seguir acaso el rastro de la verdad, y asume explícitamente la crítica de lo existente como motor del progreso, huyendo de sistemas cerrados.

Buscar la convivencia de los distintos intermediarios, el crítico, el comisario, el coleccionista, el galerista, ha sido objeto de mi gestión a lo largo de los años, en un país, España, aun ampliamente invertebrado, muy alejado del acontecer artístico internacional, alejado también de la producción, escasamente coleccionista, poco lector, poco estudioso, poco investigador, mal promotor, con escasos contactos en el exterior, reducido don de lenguas, con falta de actualización en los programas de formación universitaria, con escaso apetito por la especialización…. Esta situación no es de extrañar, no hemos tenido acceso a la creación artística de nuestro tiempo.

La fuerza de los nuevos compromisos artísticos sin embargo nos obligará a entablar intercambios y diálogos incesantes y continuos con el mundo, nuestros enfoques de la acción cultural y artística eludirán los marcos de clasificación y de evaluación clásicos, buscando independencia y autonomía respecto de los poderes públicos y otros modelos.

Existe un sentimiento común entre los operadores que se pudo comprobar en unas jornadas organizadas por el Ministerio Francés de la Cultura en torno a Los Nuevos Territorios del Arte. De sus intervenciones se desprende una visión compartida, generalizada: el de la emergencia mundial de culturas vivas, profundamente ancladas en realidades locales que someten a examen los desafíos artísticos contemporáneos en su globalidad.

Crear un punto de encuentro híbrido que ofrezca a un público diverso, pero también a los profesionales, nuevas experiencias artísticas y sensoriales, un lugar también para los creadores, artistas, investigadores y docentes, donde el visitante tenga ocasión de acercarse al arte vivo, al arte más experimental; ésta sería la reacción adecuada a la imperante parálisis en que están sumidas la mayor parte de las instituciones culturales, tal es la rapidez con que ha evolucionado nuestra sociedad y la lentitud con que se formulan las respuestas al cambio.

Las entidades artísticas deben liderar los cambios culturales que necesariamente se van a producir, se están produciendo, en nuestro recién estrenado siglo XXI. Las estructuras puramente sociales han dejado de atraer a la ciudadanía. Sin embargo, los centros de arte concitan la atención de un cada vez mayor número de visitantes que siguen con interés la evolución de las nuevas tendencias artísticas. El arte multimedia compite con los soportes más tradicionales, como puedan ser la pintura, la escultura o la fotografía. Los centros de arte deben perseguir la aventura y el riesgo. Han de convertirse en laboratorios para la experimentación, para la investigación y la ensoñación.

Nuevos ritos, nuevas representaciones se impondrán en Laboral, Centro de Arte y Creación Industrial que próximamente inauguraremos.

En el Renacimiento el talento creativo del artista plástico es reconocido como parte integrante de aquellas disciplinas del intelecto sobre las que se asentaba la formación del hombre culto. Eran éstas: las matemáticas (incluyendo teoría musical), la dialéctica, la gramática, la retórica y la filosofía. Hasta comienzos del siglo XV las artes plásticas se consideraban artesanía, carentes de una base teórica. Es así que, cuando el artista plástico es admitido a este “olimpo”, debió redefinir su trabajo. A partir de ese momento el artista es creador de ideas y no mero manipulador de materiales, y su obra aspira a representar una idea, un concepto…de ahí el título de mi conferencia. Cito a Aristóteles, el gran filósofo griego preceptor de Alejandro Magno, quién calificaba una obra teatral como la imitación (o representación) de una acción, no como la acción en sí. Esta verdad se puede aplicar a cualquier disciplina.

Teatro, cine, música, arquitectura…las disciplinas artísticas tradicionales se funden de manera creciente con estas otras. ¿Es el ritmo de los tiempos?

En absoluto. El artista plástico del Renacimiento, por citar un ejemplo y una época trascendental en la cultura occidental, se convierte en un hombre de conocimientos amplios. Frecuentaba a los eruditos, era autor literario, poeta, arquitecto… Recordemos al sublime Miguel Ángel, escultor, pintor y gran arquitecto. Y pensemos también, por acercarnos ya a un siglo más próximo, el siglo XX, en la Bauhaus, una escuela de formación fundada por Walter Gropius en Alemania, tras la primera Guerra Mundial, y cuya influencia en el arte, en la arquitectura, en el diseño industrial y en nuestra estética actual, perdura aún. Gropius y los suyos: Mies van der Rohe, Klee, Kandinsky… arquitectos y artistas todos ellos muy relevantes, defendieron la fusión de todas las artes. Más cerca de nuestro territorio se encuentra Picasso y su colaboración con los ballets rusos de Diaghilev. Podría citar a un sinfín de creadores del pasado y del momento actual.

Como gestora cultural al frente de ARCO durante todos estos años y con nuevos proyectos en cartera, ¿Cómo valora el diálogo existente en el arte actual con esas disciplinas, a menudo, tan complejas?

Bruce Nauman, artista consagrado norteamericano, expuso hace poco, en la Tate Modern de Londres, una pieza sonora. Precisamente en el IV Foro Internacional de Expertos en Arte Contemporáneo que convocamos en coincidencia con ARCO se celebrará una mesa redonda en la que participarán el comisario de esta exposición y otros especialistas. Reflexionarán en torno a la interdisciplinaridad en el arte. El arte sonoro forma parte de la programación de muchos museos. También la arquitectura, el cine, el diseño… No podemos tampoco olvidar la irrupción del ordenador en la creación artística y la democratización de las herramientas tecnológicas. La complejidad que usted señala estriba quizás en la dificultad, para el artista, de conocer en profundidad los distintos medios y soportes y de trabajar en producciones que comporten visiones creativas diversas que deben, finalmente, configurar un conjunto.

¿Cualquier centro de arte de hoy debería tener muy en cuenta estas ‘hibridaciones’?

Según el filósofo nacido en la India, Homi K. Bhabha, este concepto es importante en la teoría postcolonial y su potencial subversivo es enorme puesto que no se encasilla en ninguna de las clasificaciones posibles: género, clase social o cualquier otra. El artista percibe y traslada su verdad emocional a través de los medios y soportes que le son más afines. Podemos estar hablando de música, cine, arquitectura, escultura, pintura, video o media art. Un centro de arte hoy debe escuchar atentamente la voz del artista y aportar a la sociedad esta actitud reflexiva, crítica desde la independencia, irónica, llena de humor en ocasiones, para que el individuo, la sociedad, se conozcan y comprendan mejor.

Esos diálogos, que son imprescindibles para entender el arte actual y sus íntimas relaciones disciplinares, mejoran la expresión artística, pero, ¿no pueden también dar lugar a fraudes?

Voy, quizás, a sorprenderle si hablo de tradición. La creación artística constituye un todo, un continuus vital que se enriquece con cada nueva generación. A partir de este corpus de vitalidad creativa que hereda el artista se produce el salto cualitativo, la innovación artística, la originalidad, la genialidad en suma. El ser humano es producto de sus ancestros, de la sociedad en la que vive y desarrolla su actividad, su trabajo. En apoyo a esta teoría cito a David Toop, el músico, crítico y ensayista británico, quién declaraba recientemente que la vanguardia más avanzada y los folklores más ancestrales coexisten y hablan un mismo lenguaje. ¿Fraude? La incredulidad es consecuencia del desconocimiento. La duda acecha cuando no existe el conocimiento suficiente para evaluar aquello que estamos juzgando.

Pregunta inevitable en este medio: ¿Qué balance hace de ARCO a dos meses de dirigirlo por última vez?

Lo que permite y hace viable este proyecto artístico y de fomento del patrimonio es una negociación entre la realidad y la necesaria dinámica evolutiva.

Hay tres factores que han hecho de ARCO lo que es hoy y lo que intencionadamente ha querido ser. En primer término, el coleccionismo de arte de hoy y, consecuentemente, una imagen de emergencia.
Una consolidada programación teórica de orientación y puesta al día y finalmente, la escena internacional, factores que han urdido y construido el espíritu que nos ha caracterizado durante este ya largo viaje de veinticinco años.

He optado por la actualización -en la visión más amplia del término- asumiendo el riesgo de las emergencias, acreditadas por la selección experta de artistas y obras. La calidad y vigencia de las obras expuestas tiende a ser teórica y de orientación, en un esfuerzo de diferenciación de las más destacadas ferias extranjeras.

La necesidad de enfrentarse al hecho artístico y a las estructuras de poder en la esfera internacional ha dado lugar a una sólida programación teórica, que es fuente de información y de debate con la presencia de expertos de los centros mas prestigiosos. ¿Es éste un nuevo modelo de trabajo dentro del mundo de las ferias de arte? Sin lugar a dudas. ARCO ha optado por la profesionalización de la Feria, como una vía alternativa a los numerosísimos certámenes que se celebran en la actualidad en búsqueda de una identidad.

¿Se han aclarado del todo sus perspectivas de futuro? ¿Cuándo se incorpora a sus nuevos proyectos?

Nuestro Príncipe, el Príncipe de Asturias, declaró en varias ocasiones, al decir de los medios de comunicación, que se casaría… enamorado. No pretendo lógicamente establecer ninguna comparación, pero me gustó tanto la sinceridad de Don Felipe, la voluntad expresada de manera tan sencilla, tan bonita, la aspiración tan noble de vivir plenamente su desarrollo humano y personal, que me atrevo a decir, siguiendo su ejemplo, que el proyecto artístico que dirija en el futuro se fundamentará en el compromiso espiritual y la dedicación…enamorada. No entiendo otra manera de actuar.