Vislumbres (Izaskum Escandón, 2011)
Vislumbrar: conocer imperfectamente o conjeturar por leves indicios algo inmaterial.
Son diversos los procesos mentales, cuyos mecanismos permanecen en territorio desconocido; la forma en que visualizamos o recreamos memorias visuales, siguen hoy día suscitando algunas preguntas sin respuesta.
Vislumbres reflexiona sobre el modo en que percibimos imágenes y reconstruimos recuerdos visuales. Este proceso, que se produce de forma consciente o inconsciente, es ambiguo, susceptible de cambios y de reinterpretaciones o incluso de nuevas creaciones; lo cual subraya la inestabilidad de la memoria y de nuestras percepciones.
La capacidad de la imagen fija para evocar proyecciones mentales subjetivas, es explorada en esta videoinstalación. Un fragmento de imagen se descompone y se despliega en el espacio, mediante capas y transparencias, actuando como desencadenante de una serie de imágenes en movimiento que remiten a un entorno natural. Materializando una memoria visual que el observador experimenta.
Imágenes diluidas de hojas, árboles y elementos vegetales atravesados por rayos de luz se recrean de forma fugaz, obtusa e informe. Destellos de un entorno natural, espacio mental compartido, que aparecen y se desdibujan, que se esfuman, convirtiéndose en una especie de amalgama abstracta que, en ocasiones, deja entrever rastros de nuestra memoria común.
Las imágenes se suceden creando una especie de magma visual diluido que se extiende en el espacio, de este modo intervenido. Por reflexión de la luz, la imagen rebota en múltiples direcciones provocando ecos visuales que llegan a alcanzarnos, proyectándose literalmente sobre nosotros mismos, involucrándonos, amplificando de este modo nuestra experiencia sensorial.
Desde una perspectiva poética, Vislumbres indaga sobre los mecanismos mentales de visualización de recuerdos, reflexionando en última instancia, sobre la realidad y el modo en que la interpretamos.