Proyecto Paraíso (Iván Pérez, 2006)

Proyecto Paraíso, de Iván Pérez,  se presentó en AlNorte 2006. Galería Dasto (Oviedo), 5 de diciembre de 2006-22 de diciembre de 2006.

 

Proyecto Paraíso pretende explorar las relaciones entre público y arquitectura-paisaje dentro de los mayores ejemplos de centro de ocio-consumo de la tierra.

En estas tres catedrales del ocio contemporáneo se pretende controlar al máximo los elementos ambientales. La temperatura, la humedad y la iluminación son constantes, el flujo de agua de los torrentes o el horario de las falsas “erupciones volcánicas” se controla de forma que no interfiera con los espectáculos de entretenimiento para los visitantes.

La artificialidad del diseño paisajístico alcanza aquí su culminación hasta el punto en el cual se funden los conceptos de jardín, plató o invernadero. Estos espacios aislados se asemejan bastante a los microclimas que se crean en los zoos y jardines modernos para albergar plantas y animales exóticos en lugares de clima demasiado frío o demasiado cálido.

Los Parques Zoológicos tienen también atracciones a la medida de los animales, con las que se intenta paliar el aburrimiento de los animales en cautividad o se trata de reproducir sus condiciones en libertad (mecanismos con premio para monos, toboganes para focas o pingüinos, incluso se ha intentado colocar cintas mecánicas para que puedan ejercitarse los guepardos, por ejemplo). Estas atracciones animales distan por supuesto mucho de las humanas principalmente por que los hombres deciden, claro está, cuando se van a pasar el día a uno de estos microclimas y no permanecen encerrados en ellos de por vida, pero ahí radica el conflicto aparente entre lo artificial y lo natural entre la naturaleza humana y sus propias creaciones.

El hombre parece a simple vista un habitante de estos paraísos artificiales, disfruta por unos momentos de la cautividad mientras huye de la rutina del trabajo en la ciudad. Sin embargo, y por cuestiones de tiempo o dinero, no viaja al caribe, sino que se desplaza al “Ocean Dome” muy cerca de la ciudad donde se reproducen las “mejores” virtudes del trópico, incluidas olas y algunas especies vegetales sin los inconvenientes que puedan provocar, insectos, o tifones.

Las condiciones especiales de iluminación, mezcla de luces escénicas y naturales del Ocean Dome o de Miyazaki Segaia, permiten indagar por medio de la fotografía y el video en la falsedad de la imagen documental, así como la idea de ocio artificial.

Proyecto Paraíso pretende ubicarse entre el visitante y la atracción resaltando los conflictos, los huecos y los errores en el uso del trampantojo aprovechando la artificialidad de la mezcla entre naturaleza y ficción.

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